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martes, 23 de febrero de 2010

La Presidenta agradeció a sus pares que participan de la Cumbre de la Unidad América Latina y El Caribe "por el apoyo a nuestros reclamos" y refirió que "es un ejercicio de autodefensa”. Además, aseguró que la Argentina "va a persistir, con vocación democrática y de pleno respeto al derecho internacional, en su reclamo" por la soberanía de las Islas.

Adelanto asimismo que el gobierno "va a adoptar en el marco de su derecho nacional todas las disposiciones y todas las resoluciones que tiendan a reafirmar nuestra soberanía sobre los archipiélagos del sur".

Argentina logró ayer en la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, en Cancún, el apoyo de todo el bloque regional a través de las posturas de los jefes, jefas de Estado y representantes de los 33 países participantes.

Los presidentes de México, Chile, Bolivia, Brasil, Venezuela, República Dominicana y Ecuador manifestaron en sus respectivos discursos el apoyo al reclamo argentino.

Cristina, al hablar ante sus pares, dijo que la postura argentina "no es un capricho de esta Presidenta ni de los anteriores, es un imperativo de la Constitución Nacional".

Recordó en ese sentido que en 1994, con motivo de la reforma en la cual "tuve honor de ser convencional constituyente en aquella oportunidad, quedó grabado en nuestra propia Constitución la obligación por parte de todos los gobiernos la vocación imprescriptible e irrenunciable para seguir reclamando y reafirmando nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas".

Para Cristina "la cuestión Malvinas no es solamente una cuestión que tenga que ver con una disputa de soberanía sino que tiene que ver con lo que ha sido la historia de la región, y por qué no del mundo, en los últimos tres siglos".

La presidenta contó que "hoy nuevamente se ha instalado una plataforma al sur de las islas, en clara violación a todas y cada una de las disposiciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que plantea algo más que una cuestión de soberanía, sino que nos plantea como región la posibilidad cierta y concreta de que esto pueda ser utilizado como un ejemplo, en un siglo XXI en donde la disputa de los recursos naturales va a ser el gran escenario internacional".

En ese sentido remarcó que "si el colonialismo caracterizó los siglos XVIII y XIX, si el surgimiento de la ONU después de la Segunda Guerra Mundial y el surgimiento de la Guerra Fría y la disputa ideológica caracterizó el siglo XX, el siglo XXI va a ser sin lugar a dudas la gran discusión sobre los recursos naturales de todos los que estamos aquí sentados y de los que no estamos sentados aquí".

Más adelante relató la historia de la invasión británica a las islas cuando el 3 de enero de 1833 "la población argentina en nuestras Islas Malvinas" fue invadida por Gran Bretaña y refirió que el 15 de enero pasado "se cumplieron 177 años de primer reclamo que mi país hizo a la Gran Bretaña para que restituyera a nuestro país nuestro legítimo dominio".

Cristina señaló que "volvió a ser reserva de esto con motivo de la Carta de San Francisco, cuando se conforma la organización madre de Naciones Unidas, y allí, en la conformación de esta Carta, se deja constancia y se reclama una vez más nuestra soberanía".

Y reseñó que 20 años después, "en 1965, obtenemos por una resolución del plenario de la Organización de Naciones Unidas (ONU) la obligación por parte de ambos países de sentarnos a discutir nuestra soberanía, teniendo en cuenta también los intereses de los habitantes de las islas. A esa primera resolución del plenario de la ONU le siguieron nueve resoluciones más del plenario, en igual sentido, prohibiendo además tomar decisiones de carácter unilateral".

"Podría también hablar de numerosas resoluciones del Comité de Descolonización, de numerosas manifestaciones, declaraciones, de encuentros internacionales, de todos los foros, en toda partes del mundo, pidiendo precisamente a que se de cumplimiento a esta resolución de la ONU", completó la mandataria.

Cristina apuntó contra el gobierno militar argentino por la guerra de 1982 al referir que "aquella decisión agónica de una junta militar que se veía totalmente acorralada, fue funcional a lo que sin duda era una decisión que se había tomado, independientemente de cual fuera la actitud de aquellos militares".

Y señaló que "a partir de la experiencia que había significado que la guerra de la dictadura miliar se creyó que era un problema de formas la vinculación con Gran Bretaña, y que entonces habían sido los malos modales de unos militares los que había provocado el endurecimiento y la pérdida de poder para poder sentarse a una mesa de negociaciones".

Recordó que en aquella época los argentinos "no sólo no podíamos elegir sino además éramos o encarcelados o desaparecidos", y aclaró que "no me puedo hacer cargo de los períodos de la historia y nadie puede pretender que los argentinos, en sus grandes mayorías violentados por esos gobiernos dictatoriales, nos hagamos cargo de lo que sucedió en esas etapas".

Subrayó que eran "gobiernos que eran prolijamente reconocidos por todos los países civilizados y democráticos del mundo, menos por sus propios ciudadanos".

Cristina indicó que "desde 1965 hasta ese episodio no pudimos lograr sentarnos formalmente a discutir la soberanía y luego del advenimiento de la democracia, y fundamentalmente durante los años ’90, surgió otra política que recibió mis críticas internas".

"Pero que debo reconocer -aclaró- a la luz de la mirada y de la perspectiva histórica, que tal vez intentó como una contrapartida a aquella actitud de los militares de ensayar una política diferente, de acercamiento, de cooperación, que se denominó en algún momento de seducción".

Refirió que "se llegó a un acuerdo en materia de manejo de hidrocarburos, hubo una declaración de cooperación conjunta para actividades off shore, el 27 de septiembre de 1995, y era la primera vez que se sentaban para abordar un acuerdo de cómo tratar en forma conjunta y cooperativa recursos naturales no renovables".

"A los cinco días esa declaración fue violada porque Inglaterra interpretó unilateralmente que la única área que podría tener cooperación conjunta eran los 21.000 kilómetros cuadrados que ellos determinaban y no los 43.000 kilómetros cuadrados que constituyen la zona que podemos denominar de disputa de soberanía", añadió la Presidenta.

Cristina relató que "siguieron las reuniones conjuntas, ocho en total, la última en 2000, sin que en ningún momento y en ese lapso pudiéramos lograr desde 1965 hasta 2007 ninguna actitud de discusión, tal como marca la ONU, y en 2007 se dio por finalizado este ejercicio por evidente incumplimiento".
Alberto Corrado
Fuente :Telam.

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